Acabo
de terminar “La enfermedad de escribir” y todo me quedó mucho más claro. Bukowski
lo ha dicho y tenemos que escucharlo; para escribir hay que hacerlo desde el
alma, cada palabra debe nacer debajo de tu piel y salir disparada completamente
honesta hacia lo blanco. A mí no me interesa saber si el parque tiene cuatro
bancas que apuntan ordenadamente hacia la pileta, a mí me interesa saber que
piensa la chica que está sentada en una de esas bancas, quiero saber quiénes
son sus amores, cuáles son sus pesares. Háblame de ella, de sus virtudes, de
sus sueños, de sus peores defectos, hazme amarla, hazme odiarla, pero no me
jodas la vida con dos hojas completas de cómo se levantó e hizo café con huevos
para desayunar, detallándome cada esquina y mueble de la cocina para luego describirme
la forma de las aburridas calles hasta llegar a la maldita pileta. ¿Me logras
entender? Lo que necesito de ti es que me escribas con el corazón, con pasión,
con sentimiento, con locura. Escríbeme desde lo más profundo de tu ser. Hazme
dudar de tu pensamiento, mejor aún, hazme dudar de mi pensamiento, haz que me
alegre, haz que me enoje, haz que me apene, juega con mis sentimientos como jugó
el primer amor con mi novato y tonto corazón, juega con mi esperanza como si
fueras un presidente sudamericano. ¿O acaso no tienes alma? No, obviamente si
la tienes. Úsala.
Por esta razón les compartiré algunas de las frases y extractos perdidos que más llamaron mi atención de aquel maravilloso libro que acaba de pasar por mis manos, frases pocos conocidas del borracho yanqui número uno por excelencia. A ver si alguna de ellas despierta al escritor maldito que hay en cada uno de nosotros, o a ver si alguna de ellas te hace desistir de lo que parece ser un destino únicamente reservado para los elegidos, que siempre son el 1%.
Bukoswki sobre escribir:
Escribir es un juego de lo más
divertido. Cuando te rechazan, escribes mejor. Cuando te aceptan, sigues
escribiendo. Dentro de 11 días cumpliré 43 años. Es normal escribir poesía a los 23, pero si
sigues haciéndolo a los 43 significa que no estás del todo bien de la cabeza. Pero
no pasa nada. Otro cigarrillo, otro trago, otra mujer en mi cama, y las aceras
siguen ahí y los gusanos y las moscas y el sol también. Y es asunto mío si
prefiero meterle mano a la poesía que invertir en inmuebles. Y once poemas son
muchos poemas, me alegro que aceptaras tantos. Las cortinas ondean como la
bandera del país y me queda mucha cerveza.
*
Siempre escribo con la radio puesta
y una botella de buen vino. Y fumo cigarros indios (Mangalore Ganesh). Los
remolinos de humo, el sonido de las teclas y la música. La mejor manera de
burlarse de la muerte y de felicitarla. Sí.
*
Ni siquiera soy un artista de
verdad, sino una especie de impostor que escribe desde el asco más absoluto.
*
Cuando todo va sobre ruedas no es
porque hayas escogido a la literatura sino porque la literatura te haya escogido.
Te desborda, te sale por los oídos, por la nariz, se te mete por debajo de las
uñas. Es tu única esperanza.
*
No me fijo demasiado en la
gramática, así que escribo por amor a la palabra y al color, como si arrojase
pintura contra un lienzo, y como tengo buen oído y he leído aquí y allá, no
suele salirme mal del todo, pero desde un punto de vista técnico no sé qué estoy
haciendo y me da igual.
*
Hubo una época en la que deje de
escribir y le di a la bebida y a las mujeres, ambas cosas sustituían a la
creación literaria y casi acabaron conmigo, estaba preparado para eso pero no
llegó a pasar, y aunque no escribía estaba acumulando sin saberlo historias
extrañas y alocadas que un doctorado en literatura jamás habría encontrado.
Algunas personas me han dicho: “Todo el mundo sufre, Bukowski”, y siempre les
digo: “Nadie sufre como los pobres”, y así me libro de ellos.
Lo que escribimos es el resultado de lo que hemos vivido con el paso de los años. Es una excelente huella de quienes somos. Lo que ya hemos escrito no sirve de nada, lo único que cuenta es la siguiente palabra.
*
Los únicos escritores que lo hacen
bien son los que escriben para no enloquecer.
*
El principal problema hasta el
momento es que ha habido un abismo demasiado grande entre la literatura y la
real vida; quienes han creado literatura no han escrito sobre la vida y los que
han vivido la vida han sido excluidos de la literatura. (…) Nos hemos tragado a
un montón de escritores inútiles desde entonces, ahora ya nadie rompe moldes y
apenas ha habido avances porque los buenos escritores escriben muy bien pero se
parecen demasiado, así que estamos estancados. No hay gigantes.
Bukowski
sobre el mundo literario:
Hace tiempo descubrí que los escritores famosos escriben bien al principio y luego viven del cuento mediocre, y las editoriales, los lectores y las revistas se tragan toda su mierda. Los dioses me han bendecido al no hacerme famoso. Sigo disparando palabras desde un cañón, que es mucho mejor que derramar algunas tristes gotitas desde un pene flácido.
*
Casi todos comienzan igual. Me refiero a los pseudo escritores. Empiezan bastante bien. Están aislados y se abalanzan sobre las palabras porque están ofuscados, a veces son inocentes. Al principio tienen algo. Luego empiezan a darse a conocer. Dan recital tras recital, conocen a otros por el estilo. Hablan y hablan. Se sienten inteligentes. Opinan sobre el gobierno, el alma, la homosexualidad, la jardinería ecológica, etc. Saben de todo menos de fontanería y deberían aprender porque llenan las tuberías de mierda. Verlos evolucionar es de lo más desalentador. Viajes a la India, ejercicios respiratorios; mejorar la capacidad pulmonar para así darle más a la lengua. Al poco son profesores, se plantan frente a otras personas y les dicen cómo hay que hacerlo, no solo como escribir sino como hacer todo. Caen en todas las trampas imaginables. Pierden la originalidad y se transforman en la cosa o cosas contra las que luchaban en un principio. Y recitan que da gusto: pero aburren a un muerto.
*
Por lo general, un escritor de
valía está 20 o 200 años adelantados a su generación, por lo que pasa hambre,
se suicida o enloquece, y solo salta a la fama si partes de su obra se
descubren mucho después en una caja de zapatos o debajo del colchón en una casa
de putas.
*
Voy a hacerme un cigarrillo. Ya,
si, entiendo que no quieras saber nada de los divos, pero quiero que sepas que
no voy de divo por la vida. Habrás oído decir de todo tipo de locuras sobre mí,
pero mejor no hagas caso de los rumores. Soy un lobo solitario, siempre lo he
sido, y el que me hayan publicado algunas editoriales no significa que vaya a
cambiar mi forma de ser. Nunca me ha gustado la gente de las letras, ni ahora
ni entonces. Bebo con mis caseros, bebo con ex presidiarios, locos, fascistas,
anarquistas, ladrones, pero me mantengo bien lejos de los escritores. Joder, no
hacen más que quejarse, cotillear, lloriquear y vivir del cuento. Hay
excepciones, como Richmond. No se anda con cosas raras. Aunque beba cinco o
diez cervezas con Steve nunca me viene con los mismos discursos de siempre del
mundillo literario. Ojala lo oyeras riéndose. Pero hay otra clase de escritores;
muchas otras clases; niños de mamá, comerciantes, vendedores, enclenques,
chupópteros, aduladores, etc, etc.
*
Los escritores famosos son como los
presidentes. La gente los vota porque se ve reflejado en ellos.
*
Creo que una de las mejores cosas
que me ha pasado fue que no tuve éxito como escritor durante mucho tiempo y
trabajé duro hasta los 50. Eso me mantuvo alejado de otros escritores y sus
juegos de salón y sus chismorreos y su mala leche, y ahora que la suerte me ha
sonreído un poco pienso seguir bien lejos de ellos.
*
Qué me ataquen lo que quieran, yo
me dedicaré a lo mío. Y no lo hago por la fama o la inmortalidad. Lo hago
porque tengo que hacerlo. Casi siempre me siento bien, sobre todo frente a la
máquina de escribir, y tengo la impresión de que las palabras suenan cada vez
mejor. Cierto o no, verdadero o falso, me dejo llevar.
Bukoswki sobre la gente:
Lo que la gente no entiende es que
aunque parezca que se escribe sobre ellos en realidad no es sobre ellos, sino
una parte de ellos, un instante, una parte de algo sobre lo que debe hablarse.
*
A veces cuando estoy borracho digo que la vida es horrible, las personas, la estructura, la muerte al final
de todo, y la misma gente que me contesta: “Bukowski, no has firmado ningún contrato
que diga que la vida será hermosa.”
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La guerra está por todas partes y
el hombre a pie nunca podrá escapar. Lo machacaran y exprimirán a impuestos, lo
timarán y le manipularán los porcentajes sin que nada pueda hacer por evitarlo.
Y gritará y beberá cerveza mala, lo perderá todo y, al salir, dirá: “Bueno, qué
mierda, he perdido pero me lo he pasado bien.”
*
No hay nada que hacer salvo beber
cerveza y mostrarse estoico, indiferente, humano y literario.
*
La cama es el mejor invento del
hombre: la mayoría nacemos ahí, dormimos ahí, follamos ahí, morimos ahí. ¿Para
qué levantarse?
*
Siempre he admirado a los chinos. Supongo
que es porque la mayoría están bien lejos.
Bukowski intentando buscarle un nombre a su nuevo gato;
Bueno, ya he hablado más de la
cuenta. Me parezco a los poetas que solían quedarse en mi casa y vomitaban en
el sofá. Y mis palabras solo son más palabras en medio de las palabras de los
demás. Quería comentarte que tengo un gatito nuevo. Necesito un nombre. Ha
habido grandes, ¿no crees? Jeffers, E.E. Cummings, Auden, Stephen Spender,
Catulo, Li Po, Villon, Neruda, Blake, Conrad Aiken. Y también están Ezra,
Lorca, Millay. No sé. Ah joder, al final acabaré llamándolo “Baby Face Nelson”
al muy cabrón y a la mierda todo.
Bukowski y una historia de Ezra Pound;
Una vez conocí a una chica que
estaba bastante buena. Había sido la amante de Ezra Pound. Aparece en algunas
estrofas de los Cantos. Pues nada, una vez esta chica fue a ver a Jeffers.
Llamó a la puerta. Tal vez quería ser la única mujer del mundo que se había
tirado a Pound y a Jeffers. Bien, Jeffers no abrió la puerta, sino una señora
mayor. Una tía, una ama de llaves, alguien que no se identificó. “Quiero ver al
maestro”, le dijo la chica guapa a la señora. “Un momento”, dijo la señora.
Volvió al cabo de un buen rato y dijo: “Jeffers dice que ha construido su propia
casa y que vayas a construir la tuya”.
Bukoswki sobre el arte;
El
arte solo es inteligente si te sacude las entrañas, de lo contrario es pura
cursilería.
Bukowski y el consejo final;
El
único consejo que podría dar sobre la creación literaria es “NO LO HAGAS”. Ya
hay demasiados escritores.